Las Orquídeas


Hola, me llaman “Orquídea”, y soy una planta realmente antigua ya que mi familia llamada “orquidácea” existe desde hace más de 120 millones de años. Me he visto muy ligada a la humanidad desde hace mucho tiempo, estando presente en civilizaciones realmente antiguas como los aztecas o griegos. 

Aunque espero que este dato no les haga pensar que soy vieja, pues es todo lo contrario, siempre estoy bella, estilizada y atraigo miradas.

Mi nombre proviene del griego “órjis” que significa testículo. Esto hace referencia a los tubérculos que poseen algunas de mis hermanas terrestres. Cuyas protuberancias se parecen a testículos.

Soy una de las especies botánicas más numerosas que existen en el mundo entero, me pueden encontrar en todas partes con la excepción de los polos y el desierto.

Todos conocen la belleza que poseo, pero también es necesario tener en mente que las orquídeas somos tan frágiles como hermosas. Por lo que es sensato pensar que para cultivar orquídeas es necesario seguir una serie de pasos para que podamos crecer saludablemente.

Por ningún motivo puedes cometer el error que muchas personas cometen al pensar que las orquídeas necesitamos una maceta con tierra o un sustrato igual que otras flores. Por lo general, mis raíces necesitan mucho más aire del que me pude proveer una maseta con tierra. Por lo que mis raíces pueden obtener mayores beneficios atreves de una mezcla más porosa.

La luz es fundamental. Tienes que tener en cuenta que necesito recibir luz, pero no de forma directa desde el sol. Tiene que estar en una temperatura de entre 18 y 25 °C y por ninguna razón menos de 16 °C o podría morir.

Debo tener la tierra húmeda, sin llegar a estar inundada, de otra manera las raíces se podrían pudrir. Mi riego debe realizarse cada cinco a diez días, aumentando la frecuencia en verano. Si me vas a fertilizar, que sea una vez al mes para que esto no perjudique mi ciclo de floración.

Para sentirme bien cuidada, tienes que fijarte en mis hojas, por lo general las más saludables son de un verde brillante, sin embargo, si lo que encuentras son hojas de un verde más oscuro, es hora de que me sitúes en un lugar donde pueda recibir más luz. Por otro lado si tienen un tono rojizo significa que ya he recibido demasiada luz por lo que lo mejor sería que me movieras a otro lugar.

Debo tener la tierra húmeda, sin llegar a estar inundada, de otra manera las raíces se podrían pudrir. Mi riego debe realizarse cada cinco a diez días, aumentando la frecuencia en verano. Si me vas a fertilizar, que sea una vez al mes para que esto no perjudique mi ciclo de floración.


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